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Durante 30 años, ningún teórico de la era digital ha explicado mejor la próxima gran cosa que Don Tapscott. Por ejemplo, en Wikinomics Tapscott fue el primero en mostrar cómo Internet proporciona la primera plataforma global para la colaboración masiva. Ahora, escribe sobre un profundo cambio tecnológico que cambiará la forma en que el mundo hace negocios — y todo lo demás— usando la tecnología blockchain, que impulsa la moneda digital Bitcoin. Internet tal como lo conocemos es ideal para la colaboración y la comunicación, pero está profundamente viciado cuando se trata de comercio y privacidad. La nueva tecnología blockchain facilita las transacciones punto a punto sin ningún intermediario, como un banco o un organismo rector. Manteniendo la información anónima del usuario, la cadena de bloques valida y mantiene un registro público permanente de todas las transacciones. Esto significa que su información personal es privada y segura, mientras que toda la actividad es transparente e incorruptible, reconciliada por la colaboración masiva y almacenada en código en un libro de contabilidad digital. Con su advenimiento, no necesitaremos confiar el uno en el sentido tradicional, porque la confianza está integrada en el propio sistema. Aunque muchas oportunidades para la cadena de bloques requieren una moneda digital, Bitcoin es sólo una aplicación de esta gran innovación en la ciencia de la computación. La cadena de bloques puede contener cualquier documento legal, desde acciones y licencias de matrimonio hasta títulos educativos y certificados de nacimiento. Llámalo el Libro Mayor Mundial. Permite contratos inteligentes, organizaciones autónomas descentralizadas, servicios gubernamentales descentralizados y transacciones entre las cosas. El Internet de todo necesita un libro mayor de todo: la cadena de bloques es una plataforma verdaderamente abierta, distribuida y global que cambia fundamentalmente lo que podemos hacer en línea, cómo lo hacemos y quién puede participar.